Competitividad: según un estudio el dólar debería estar a 5 pesos

"Esta es la razón por la cual ya se empiezan a escuchar diversos reclamos sectoriales por un dólar más alto de aquellos productores que vieron cómo se esfuman los beneficios del tipo de cambio real competitivo y estable debido a la inflación", señaló la consultora.

Además, estimó que "para volver a los niveles de competividad de 2004 y 2007, suponiendo una inflación para 2010 de 25 por ciento, el dólar debería cotizar entre 5,60 y 6,20 pesos en diciembre".

"Si, en cambio, se busca mantener constante el tipo de cambio real multilateral -comparado con otras monedas como el euro y el real-, el dólar debería valer 4,82 pesos en diciembre", consideró el análisis.

Así subrayó que "el Gobierno se encuentra ante un dilema difícil de resolver", porque remarcó que "la política fiscal actual es expansiva, el efecto de la política monetaria sobre el consumo y la inversión en Argentina es limitado, y coordinar un acuerdo de precios y salarios es muy difícil, ya que desde el Gobierno se niega la inflación".

En consecuencia, indicó que "la política cambiaria es la única herramienta contundente para contener la inflación".

Evaluó que "si el Gobierno busca estabilizar el nivel de precios, deberá mantener quieto el dólar, o permitir que suba menos que la inflación, sacrificando el tipo de cambio real alto y el apoyo de sectores otrora afines al oficialismo".

En cambio, remarcó que "si el Gobierno busca mantener a rajatabla el tipo de cambio real competitivo y estable, perderá la única herramienta para luchar contra la inflación".

"Creemos que el Gobierno elegirá devaluar el peso, pero en una medida mucho menor que el incremento de los precios locales, ya que es la única medida de política que permite combatir la inflación sin diseñar un plan antiinflacionario que implique desacelerar el crecimiento y reconocer que la inflación es el problema más grave de la economía argentina", puntualizó.

Estimó que "el Gobierno mantendrá el pie en el acelerador, buscando alcanzar un crecimiento económico alto y evitar el costo político de una devaluación".

Por lo tanto, señaló que "no debería sorprendernos si 2010 y 2011 trascurren con una inflación bastante superior a 20 por ciento anual y una devaluación anual del orden de 10 por ciento".

"La apreciación real que estamos observando estos últimos meses será una tendencia que se mantendrá en el tiempo", afirmó el informe.